La adolescencia es una etapa llena de cambios emocionales y físicos que puede ser abrumadora. Aunque es común experimentar altibajos emocionales durante esta fase, cuando la tristeza, la irritabilidad o la falta de interés persisten durante semanas, es importante prestar atención. Estos síntomas pueden ser indicativos de depresión, una condición que afecta a muchos adolescentes y que va mucho más allá de un simple mal humor.
Reconociendo los signos de la depresión
La depresión en los adolescentes no siempre se manifiesta de la misma manera. Para algunos, los síntomas pueden incluir sentimientos intensos de tristeza, ansiedad o vacío. Otros pueden notar que pierden interés en actividades que solían disfrutar o se sienten fácilmente irritables y frustrados. Es común que quienes sufren de depresión se alejen de sus amigos y familiares, tengan problemas de concentración y presenten cambios en sus hábitos de sueño y alimentación. Incluso, algunos jóvenes pueden llegar a tener pensamientos suicidas o de autolesión. Si te identificas con alguno de estos síntomas, es esencial que hables con un adulto de confianza lo antes posible.
Buscar ayuda es el primer paso
El apoyo adecuado puede marcar la diferencia. Hablar con un padre, tutor, maestro o consejero escolar puede ser el primer paso hacia la recuperación. Un médico o psicólogo puede ofrecer opciones de tratamiento, como la psicoterapia o medicamentos, que han demostrado ser efectivos para tratar la depresión. Además, ciertos hábitos como mantener una rutina de sueño saludable, realizar actividad física y pasar tiempo con seres queridos pueden contribuir al bienestar emocional.