Desde el Club Alumni de la Cámara de Comercio de Madrid, nos complace presentar a Francisco Durán Trancoso, estudiante del Máster en Comercio Exterior. En esta entrevista, Francisco comparte con nosotros cómo surgió su interés por el comercio exterior, qué herramientas le está aportando el máster para su inserción profesional, y qué competencias considera clave para desenvolverse en un entorno global cada vez más exigente. Su recorrido refleja el valor de combinar formación académica, experiencia internacional y compromiso social para construir una carrera con impacto.
¿Cómo surgió tu interés por el comercio exterior y qué te motivó a especializarte en este ámbito?

No me había planteado el comercio exterior hasta que, durante mis estudios sobre Asia Oriental y, especialmente, durante mi experiencia viviendo en Taiwán, me di cuenta de la importancia de los intercambios económicos y culturales entre países. Entendí que el comercio internacional no trata solo acerca de cifras, mercancías y ganancias económicas, sino que es también un puente entre culturas, idiomas y formas de entender el mundo. Esa conexión entre lo cultural y lo comercial fue lo que despertó mi interés. A pesar de todavía no tener una formación sólida en comercio, decidí especializarme en este campo para poder en un futuro aportar una visión global y humana a un sector que cada vez necesita más perfiles con sensibilidad intercultural.
Has vivido experiencias internacionales en Japón y Taiwán, además de dominar varios idiomas estratégicos. ¿Cómo crees que estas competencias te posicionan en el mercado laboral global?
Haber tenido la oportunidad de vivir en Asia Oriental me permitió entender cómo se negocia, se trabaja y se construyen relaciones en contextos culturales muy distintos al español. Dominar idiomas como el japonés, chino, inglés y español me facilita no solo comunicarme, sino también interpretar matices culturales que suelen pasar desapercibidos. Para mí, muchos de esos matices, tanto humanos como comerciales, solo se comprenden realmente cuando se estudia y se profundiza en el idioma y la manera de pensar que lo sostiene. En un mercado cada vez más global, estas competencias me permiten actuar como puente entre empresas, generar relaciones de confianza y evitar malentendidos que pueden afectar a los negocios.
Actualmente cursas el Máster en Comercio Exterior. ¿Qué herramientas o conocimientos te está aportando para facilitar tu inserción profesional en el sector?
El Máster en Comercio Exterior lo elegí porque ofrece las bases que considero esenciales para mi futuro profesional: logística internacional, gestión aduanera, INCOTERMS, contratación, financiación de operaciones internacionales y contenido diverso acerca del panorama internacional y del entorno mundial. Aunque estoy al inicio del programa, ya estoy comprendiendo la estructura del comercio internacional y cómo se interconectan sus diferentes áreas.

Esta formación la estoy complementando con mis prácticas en Kuehne+Nagel, en el Departamento de Importaciones de Road Logistics, que pude conseguir gracias a la Cámara de Comercio de Madrid. Allí estoy aprendiendo de forma directa la operativa diaria: coordinación entre clientes y transportistas, gestión documental, trazabilidad de envíos y resolución de incidencias.
Estoy convencido de que la combinación de este máster con mi experiencia práctica me está dando una preparación muy completa para integrarme en el sector con una visión tanto técnica como estratégica.
En tu experiencia, has trabajado en entornos educativos, culturales y administrativos. ¿Qué habilidades de esas experiencias consideras transferibles al mundo del comercio internacional?
Estas experiencias laborales me han ayudado a desarrollar habilidades clave como la comunicación efectiva, la organización, el trabajo en equipo multicultural y la resolución de problemas. Como profesor, aprendí a explicar ideas de forma clara y adaptada a cada persona. En el ámbito cultural y administrativo, adquirí responsabilidad, gestión de documentación y capacidad para coordinar tareas con precisión. Considero que todas estas competencias son completamente transferibles al ámbito del comercio internacional, donde es esencial coordinar, comunicar y adaptarse a diferentes contextos, independientemente de los países con los que se trabaje.
¿Qué consejo darías a otros jóvenes que estén considerando una carrera en comercio exterior?
Les diría que mantengan una actitud curiosa, abierta al aprendizaje y que no tengan miedo de salir de su zona de confort. Hoy más que nunca tenemos acceso inmediato a información, lo que nos permite satisfacer rápidamente nuestra curiosidad y aprender por iniciativa propia. Y en un mundo tan globalizado como el actual, las experiencias internacionales, aunque sean breves, y el estudio de idiomas marcan la diferencia.
Además, quiero destacar que quienes venimos de ramas humanísticas también tenemos cabida en el comercio exterior y jugamos un papel muy importante. Nuestra perspectiva cultural, nuestra formación en idiomas y el entendimiento de las sociedades son herramientas clave en un entorno global donde la negociación no es solo económica, sino también humana. Debemos aprovechar nuestros puntos fuertes para diferenciarnos y aportar valor.
Muchas gracias Francisco por tu experiencia será de mucho valor para los miembros del Club Alumni.
